lunes, 10 de marzo de 2014

Vuelvo a ser la estúpida que pierde una vez más.

Todos los días perdemos minutos, segundos, oportunidades insignificantes que pasan y nosotros ni siquiera nos damos cuenta. Somos de esos que no les gusta esperar, unos impacientes, no nos gusta perder, ni arriesgar, pero si nos gusta jugar. Somos extremos opuestos, encadenados por simples hilos con una lazada, pero incapaces de soltar. Y yo sigo siendo esa niña inmadura que de tanto esperar se cansa, que ve las oportunidades llegar pero luego nunca las aprovecha, tonta, sí, digamos que soy una chica tonta que por darlo todo, por dejarse llevar, por querer lo inalcanzable, por no luchar más de la cuenta, por rendirse demasiado y antes de tiempo, por ser una cabezota, una chica de ideas fijas, la que da a los demás todo lo que tiene, sin esperar a recibir nada a cambio, la que se ilusiona fácilmente, con todo, con nada, sí, me encariño rápidamente, de las cosas, de la gente, de los momentos de las canciones y en definitiva, siempre vuelvo a ser la estúpida que pierde una vez más.

Que a mí con un "te quiero enana" ya me has ganado para toda tu vida.

Sí, he de reconocer que al corazón no se le puede engañar en eso del amor, que las mariposas existen y está científicamente comprobado, los celos las acompañan y las sonrisas tontas cuando te hablan van todo junto. Pero hay veces que el corazón se aleja de su dueño y no siempre la persona que se lo lleva le sabe cuidar bien. Yo no pido un príncipe azul de cuentos de hadas, básicamente porque esos no existen, ni tampoco busco al chico perfecto de toda peli ñoña, no. Las cursiladas son bonitas, pero al día de hoy tampoco me hacen falta y los besos en el cuello, he de admitir que son lo mejor que existe en esta vida. No te pido que me digas todos los días "buenas noches princesa", primero porque le he cogido repelús al "princesa" y segundo porque donde esté un enana o un pequeña, que se quite todo lo demás. No, tampoco te voy a pedir que me lleves el desayuno a la cama, me conformo con dormir a tu lado abraza, sintiendo tu respiración en mi cuello y al despertar, verte ahí, como un niño pequeño abrazado a mí. Eso de estar juntos todos los días está bien, muy bien, pero a mi eso de que me veas por la calle, vengas corriendo a besarme y te vuelvas a marchar con tus amigos, te digo yo que me enamora también más que suficiente. Eh, que también me olvido de hablar contigo todos los días, con que suene el móvil en el momento exacto y con las palabras exactas, no pondré ninguna pega, pero eso sí, siempre que tengas ganas de ti, apaga el móvil, no voy a parar hasta que me hables. ¿Celos? No, celos locos y absurdos, de esos que lo matan todo no, antes me tiro por un puente y se acaba antes, sí, que lo sé, unos celos así tontos es lo más bonito que hay, pero tontos, no exagerados. Y por último, yo no te pido que pases tu vida a mi lado, que te cases conmigo ni mucho menos, con que el tiempo que estemos juntos sea lo más bonito para recordar y me hagas feliz todos los días sin que apenas tú te des cuenta y se te escape más que de vez en cuando un te quiero enana, a mí ya me has ganado para toda tu vida.