jueves, 1 de noviembre de 2012
Esos días en los que mi felicidad está por los suelos APARECES TU y eso que dicen de que las cosas cambian es cierto, y que hay hechos inesperados que dan a tu vida un giro de 360 grados y no puedes hacer nada para remediarlo. Como cuando te enamoras, y piensas que el mundo es un poco menos malo porque esa persona existe. Sientes que quieres pasar el resto de tu vida con ella y todo eso, las palpitaciones, los nervios, el sufrimiento, la felicidad y el miedo. Deseas acariciarla a todas horas y quieres cuidar de ella, y siempre está contigo ese miedo de perderla y de que se aleje de ti. Sí, eso es amor. Y no entiende de razones ni palabras, no importa que esas dos personas tengan diferente manera de pensar o de actuar, como dos polos opuestos. Dos personas completamente diferentes. Como dos cosas completamente imposibles. Pero te das cuenta que todo en esa persona te encanta: su manera de mirar, su forma de caminar, cuando finge estar enfadada, cuando te sonríe, cuando se acuerda de ti... Y entonces es cuando te das cuenta de que estás enamorado, clásicamente enamorado.
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