sábado, 2 de febrero de 2013

Otra vez escogí el camino equivocado

Porque toda nuestra vida es como si fuera un recorrido en que te dan varias opciones y tú tienes que decidir y saber qué camino tomar y cual es el correcto.


Pensé que había tomado la decisión correcta, que todo estaría bien pero otra vez me equivoqué. Pensar que esa persona estuvo llenando tu vida de ilusiones para que después, sin pasar nada, todo eso acabe en pedazos rotos que se dispersan por dentro de ti. Lo peor de todo es que después decidí tomar un tercer camino, uno nuevo. Al principio, todo era como un sueño perfecto, no había nada que me descontentara. Pero cuando pasa un tiempo, vas viendo como realmente es y te das cuenta de que eso no era lo que querías. Tú querías seguridad, confianza, amor, cariño, libertad... y al final te encuentras con una libertad que lo único que consigue es atraparte, una confianza que a la mínima eres capaz de perder y una seguridad que directamente ni existe porque piensas en el futuro y te quedas en blanco porque por mucho que tú quieras cambiar tu pensamiento y creer en algo positivo, acaba convirtiéndose en una realidad que te duele.

El segundo camino terminó por desaparecer, pero el primero todavía seguía allí. Tantos recuerdos que guardo de él, sentimientos y emociones que jamás habría llegado a creer que existieran, sueños que en un futuro serían una realidad. Todo estaba igual, tal y como lo dejé cuando me fui. Estar pensando en este mismo momento todas esas melodías que escuché en esos momentos tan bonitos y perfectos que nunca consigo olvidar. Que por mucho que haya soportado o sufrido, todavía puedo notar una pizca de cariño que a veces llega a ser muy intenso.


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